Los espacios de trabajo como eran antes ya no son viables, por eso hay que pensar en cómo encarar el camino del retorno a los espacios laborales.
La vuelta al trabajo, al espacio físico de trabajo, es uno de los problemas que más preocupa a muchas empresas. Si bien una gran cantidad de empleados -en Argentina y en el mundo- están cumpliendo con sus tareas desde sus casas, en ciertos casos se nota la diferencia y el trabajo presencial es necesario.
Aunque el contexto es adverso, es esencial empezar a pensar en cómo se volverá al empleo desarrollado de manera presencial. La famosa vuelta a la oficina que en la mayoría de los casos todavía no llegó.
Inconvenientes para el retorno al trabajo
Algunos de los problemas están a la vuelta y otros están más ocultos, pero es clave considerar todos para poder abordarlos.
Por un lado, se encuentra la necesidad económica de reducción de espacios, de modo que se puedan optimizar y organizar la ocupación.
El distanciamiento social es una medida de seguridad que ha llegado para quedarse, por lo que conmina a buscar la manera de regresar a la oficina y respetarlo. Para poder poner en práctica este requerimiento se debe coordinar al personal, que debe ser reducido y rotativo. Esto significa que no pueden regresar todos los trabajadores que antes se encontraban en la oficina, sino que deben distribuirse los turnos de modo que puedan mantenerse con la distancia necesaria.
Otro de los cambios que ha traído el coronavirus es la necesidad de saber y pensar quiénes son los contactos que uno mismo u otra persona ha tenido. La alta contagiosidad del virus y su compleja evolución a nivel epidemiológico hacen que esto sea clave cuando alguien cercano testea positivo. En ese sentido, el desafío que tienen las empresas es llevar un registro de presencia y de contacto estrecho entre empleados, de modo que se pueda brindar mayor seguridad y se eficientice el control de la información.
Entonces, ¿qué sistema es mejor para poder encarar esta nueva etapa?
Esa es la gran pregunta y allí está el elemento clave de esta situación. Dado que es una realidad nueva, diferente y totalmente disruptiva, no existen respuestas correctas y lo que se busca es encontrar el nuevo formato que se instalará de ahora en más.
El camino será largo y los cambios serán muchos, pero poco a poco las empresas y sus empleados podrán recuperarse de este largo período de aislamiento.
En primer lugar, se debe pensar en una nueva configuración de los espacios. Si antes tendían a ser cerrados y poco ventilados, ahora deben ser abiertos para que haya pocas personas juntas y agrupadas de manera innecesaria. Además, deberán ser colaborativos; se le dice adiós a los escritorios propios y a los despachos, y se le da la bienvenida a los lugares donde todos pueden trabajar donde quieran.
Aquí aparece el concepto de hoteling como elemento clave. ¿Qué es el hoteling? Básicamente, se trata de la eliminación de los espacios fijos asignados para cada trabajador. La idea del hoteling es que cada empleado reserve cada día un lugar de acuerdo al tipo de trabajo que debe realizar. De esta manera, las personas rotan por la oficina, no se mantienen quietas en un lugar, y se optimiza el espacio y los recursos.
Asimismo, se suma el concepto de hot desking, que complementa al anterior. Hot desking es una metodología que apunta a que todos los empleados compartan un mismo espacio, una misma mesa de trabajo. Así, se aprovecha mejor el espacio y los recursos, sin necesidad de tener un gran lugar para todos los trabajadores; siempre con la distancia necesaria, claro.
En segundo lugar, el teletrabajo ha llegado para quedarse. Antes de que llegara el virus, la pandemia y la cuarentena, algunas empresas les daban home office a sus empleados, pero eran pocas. Esta situación puso de manifiesto que son muchas las industrias que pueden trabajar de esta manera y que pueden mantener sus niveles de productividad y eficiencia. De ese modo, el teletrabajo debe considerarse como un aliado y una alternativa a tener en cuenta, no como un enemigo.
¿Y la solución?
Con los inconvenientes en mente y con las consideraciones que se deben modificar, hay una compañía que se configura como la mejor solución. Se trata de Skedway, una alternativa regional que permite gestionar todos los espacios de trabajo de manera eficiente y sencilla. Las salas de reunión, los lockers, los estacionamientos, los escritorios, entre otros lugares, se podrán gestionar desde esta herramienta, lo cual la transforma en una opción abarcativa.
Con Skedway será posible andar el camino de los cambios en el espacio laboral de la mejor manera: optimizando los espacios, evitando correr riesgos innecesarios y mejorando día a día la dinámica de trabajo.